¡Hola!
¿Alguna vez te has hecho esta pregunta?
¿Por qué recurrimos a la Tv a la hora de alimentarnos? Porque estoy segura que de algún modo te reconoces con esta situación.
¿Tienes idea de la cantidad de alimento que se ingiere al no estar presente en el acto de alimentarse?
¿Alguna vez has pensado que cuando comes mirando la Tv, además de ingerir alimentos, ingieres sensaciones a través de los sonidos, de las voces y de la velocidad?
Hoy, un nuevo artículo de Emociones y Nutrición, junto a mi amiga y terapeuta Alejandra Brener.
¿Por qué miramos la tv a la hora de alimentarnos?
María habitualmente preparaba su comida y se sentaba frente a la televisión.
Mantenía una actitud relajada pues era una forma de evadirse de la rutina y sumergirse en un mundo perfecto.
Mientras observaba la estética de cada puesta en escena, la voz estimulante de los locutores, los hogares armoniosos y las parejas ideales, iba vaciando el frasco de galletas y el botellón de gaseosa. Esperaba ansiosa cada mediodía o noche para sentarse en la mesa frente al televisor y agotar cada plato de comida mientras desfilaban escenas de las más dramáticas y enfrentamientos de los más violentos durante los noticieros.
María no era consciente de la cantidad ni la calidad de alimento que ingería pues no estaba concentrada en la comida, sino que simplemente cogía el alimento y lo llevaba a su boca mecánicamente. Es por esto que no identificaba cuando estaba saciada. En algunas ocasiones, apagaba la TV y terribles dolores sacudían su vientre.
Su cuerpo enchufado a un aparato electrónico que no paraba de anunciar alimentos de alto contenido en grasas saturadas y calorías vacías, se había convertido en una máquina que no le daba tiempo ni siquiera para respirar con conciencia. Y lo más dañino era que no reparaba en que esas escenas de violencia que observaba ingresaban a su cuerpo junto con la comida. María se preguntaba, a veces, porque andaba tan agresiva, por qué la asechaban tantos dolores de estómago. Afortunadamente un ser querido la alertó y pudo detenerse. Apagó la televisión y reflexionó acerca de ese hábito que desvalorizaba uno de los momentos más preciados de su existencia: la nutrición.
Cuando estuvo atenta a aquello que ingería, el modo que masticaba y cómo asimilaba los nutrientes, todo cambió.
Pudo saborear cada bocado y gozar momento a momento de aquello que elegía para alimentar a su cuerpo.
De esta manera las porciones comenzaron a ser más pequeñas y aprendió a disfrutar de la comida. Y, lo mejor, logró aportar un elemento más a su equilibrio emocional.
Los vaivenes en las emociones se relacionan directamente con el modo en que nos alimentamos. Por eso, para nutrirnos hay que reequilibrar nuestro estado interior. Atendamos especialmente por qué recurrimos a la TV a la hora de alimentarnos y seguramente nos encontraremos con sorpresas.
Alejandra Brener: es terapeuta corporal. Utiliza la bioenergética como técnica de carga y descarga energética que, a través de ejercicios,
permite liberar tensiones acumuladas y hacer lugar a las emociones que allí se encuentran solapadas.Busca la salud emocional. Sin embargo, sin salud física tampoco hay salud emocional y uno de los factores fundamentales para que ambos se conjuguen es la nutrición saludable.
Post anteriores, (picha en el título).
«Cuerpos maltratados, cuerpos mal alimentados».
«Una nueva actitud para nutrirse: Descubrir nuestro potencial».
«Imagen de nutrición y placer».
Foto realizada en la playa de Cabo Polonio, Uruguay por mi amiga Florencia Castro.
Un beso,
lauri
Comentarios
Interesante artículo! Me resulta muy desagradable tanto comer viendo las noticias como cenar viendo fútbol. Las dos cosas me dan dolor de estómago. 🙂
Gracias por tu mensaje Mónica.
¡¡¡Fuera tv!!! a la hora de comer 🙂
Un abrazo, lauri <3
Interesante artículo! Me resulta muy desagradable tanto comer viendo las noticias como cenar viendo fútbol. Las dos cosas me dan dolor de estómago. 🙂
Gracias por tu mensaje Mónica.
¡¡¡Fuera tv!!! a la hora de comer 🙂
Un abrazo, lauri <3
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